martes, 10 de mayo de 2011

¡AHÍ VIENE EL LOBO!

Como el zagal de la fábula, la derecha viene en plan de meter miedo al electorado con su grita destemplada: ¡Cuidado que ahí viene el lobo, que viene el lobo!

Una y otra vez la derecha nos repite su sonsonete y aunque es de tontos no percatarse de esta trama mentirosa, todavía sigue teniendo efecto sobre algunos peruanos que terminan creyéndose tan desvergonzada farsa. Y es que este tinglado que ha sido urdido por los preocupados dueños de empresas, bancos y comercios que conforman el poder económico y la mayoría de los medios de comunicación obsecuentes al viejo poder corrupto y criminal que nos gobernó en los noventa y que pretende reinstalarse con un gobierno de Keiko Fujimori lo que demuestra su pavor respecto a la posibilidad de perder el control del Estado.


Nuestra derecha, que hace tiempo arrió sus banderas liberales (si alguna vez las tuvo), le teme a todo lo que aparezca como cambio, y más todavía a que se consolide una alternativa de cambio en democracia como la que representa Ollanta Humala. Es tanto el miedo que tienen estos sectores que terminan proyectando sus temores al conjunto de la población. Valiéndose de todo lo que tienen a su alcance, han inundado titulares de periódico, noticieros, revistas y programas televisivos con contenidos cada cual más esperpéntico y solapado que el otro. El lector de noticias, el televidente o radio escucha no puede dar crédito a tanta miseria comunicativa. Pero, erre con erre, la derecha unida, consciente de su farsa, sigue en la brega desgañitándose con libelos como “la libertad de prensa peligra”, “perderemos todo”, “expropiarán nuestros ahorros y fondos de pensiones”, etc. Sin embargo, esta histeria es mayúscula cuando a libertades democráticas y derechos se refiere.


Olvidando que su pasado antidemocrático la condena, la derecha quiere presentar a Ollanta Humala como el lobo feroz de la historia, y para ello se vale de los medios áulicos al fujimontesinismo quienes no titubean para colgarle un cartel de neón como “autoritario” y “violentista”.


Pero, ¿quiénes son realmente los “autoritarios y violentistas en verdad? ¿Acaso no es la derecha la más autoritaria, golpista y violadora de los Derechos Humanos a lo largo de su historia? ¿Acaso no es verdad que ahora apaña el proyecto regresivo que lidera doña Keiko Fujimori por encargo de su papito? ¿No es acaso cierto que la derecha fragmentó su votación en la primera vuelta para una mayor chance de Keiko en segunda vuelta?


Es por eso que la derecha ahora ofrece un nuevo y sólido frente único para cerrar el paso a Ollanta. Se traga todos los sapos del fujimorismo, y busca favorecerlo a toda costa con las millonarias bolsas que ha reunido, el canje degradante de alimentos por votos, la entrega en bandeja de los medios de comunicación, la campaña de amedrentamiento que ha iniciado en los órganos de justicia e instituciones públicas, etc.


Y es por eso que no le interesa mirar hacia atrás pues se encontrará con las huellas de los crímenes del fujimorismo, la corrupción oficial y la verdadera doctrina aprendida por sus acólitos de matriz autoritaria, impuesta a sangre y fuego.


Es por ello que constituye un deber central en esta campaña denunciar estos intereses maromeros que sacrifican principios e intereses nacionales y ciudadanos para satisfacer los propios. Así como recordar que los que ahora aparecen como indefensas víctimas, como amenazados corderos son en realidad los lobos que en el pasado se tragaron el Perú, la dignidad y la vida de muchos peruanos y peruanas a dentellada limpia.

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